INTERES GENERAL - 02/01/2023
Empecemos por el principio, este suboficial de 32 años se desempeña en el Departamento Informática desde hace 11 años. Cualquiera pensaría que en su vida solo hay lugar para números, lenguaje binario y desarrollo web, pero el boxeo ocupa una parte muy importante de su rutina.
El acercamiento a este deporte inició en su niñez practicando kick boxing y full contact. Sin embargo, como habitualmente ocurre, las ocupaciones y contratiempos de la vida adulta provocaron que se alejara un poco de la práctica. Luego, al hacerse cargo de la dirección de un gimnasio en su Alta Gracia natal le hizo recordar aquellas épocas.
Pero llegó el año 2019 marcado por la tragedia, debido al fallecimiento de Lucas, su hermano, quien lo había motivado a retomar la actividad. Al releer los últimos chats de WhatsApp notó que las conversaciones trataban acerca de "volver a los guantes". Así fue que, a modo de homenaje y como una meta personal, bajó 25 kg, mejoró su alimentación, entrenó con esmero y consiguió subirse al ring para enfrentar a luchadores que en muchos casos no superaban los 20 o 25 años.
El sueño de Lucas se mantuvo vivo a tal punto que Gastón, el hijo de 16 años de Ciro, continúa con la instaurada tradición deportiva.
Por si fuera poco, el gran trabajo realizado rindió sus frutos y los dos títulos conseguidos: en septiembre AMBAPA (Asociación de Managers y Boxeadores Argentinos Profesional y Amateur) y en diciembre el de la Federación Cordobesa de Boxeo le trajeron además el reconocimiento en su ciudad. "Nadie es profeta en su tierra" reza la cita bíblica, pero este no fue el caso, al ser distinguido en la tradicional gala "Campeones de la Estancia" de la ciudad de Alta Gracia.
En síntesis, además de un ejemplo de superación, perseverancia y tenacidad, la historia de Ciro y sus circunstancias, nos demuestran que somos el proyecto más importante a trabajar a lo largo de toda nuestra vida, por lo tanto, nunca es tarde para empezar. El tiempo, aunque parece infinito nos enseña que es un recurso no renovable, por eso la felicidad genuina reside en valorarlo y aprovecharlo al máximo.